Neonatología

POR UN NIÑO SANO... EN UN MUNDO MEJOR

Material para Padres

Dr. Miguel Angel Debuh
Medico Pediatra y Neonatólogo

El término proviene del latín: puer, pueros, pueri, niño y cultura, cultivo o cuidado. Comprende el conocimiento y puesta en práctica de acciones tendientes a lograr el máximo desarrollo biopsicosocial del niño. Las Puericultoras se desempeñan difundiendo las bondades de la lactancia materna, trabajando con las familias desde el embarazo, hasta el momento del destete.

Pueden tratar afecciones de las mamas, como taponamientos y grietas, por citar algunas, chequean y corrigen la prendida del bebé, comparten las pautas y bondades de la crianza con apego, entre otras.

Sin dudas, no existe momento tan especial en la vida como el primer contacto con su bebé. Tanto para usted como para él. El bebé tiene capacidades que le permiten reconocer a su madre , por su voz (la ha escuchado durante todo el embarazo), el ritmo de su corazón, por su olfato, etc. También pueden alinear sus ojos con los de los padres ya que ven de cerca. Todas estas capacidades son las que permiten, desde el primer momento, realizar una interacción tan profunda y especial, para establecer un vínculo madre-hijo sólido. No tenga miedo, ni se angustie si el bebé llora, esta es su forma de comunicación, si tiene hambre, miedo, dolor, frío o está incómodo, y lo ayuda a liberar tensiones. También es su forma de expresar su necesidad de contacto físico. Abrácelo y acarícielo. Si su bebé llora durante periodos largos repetidamente, el médico de su bebé puede ayudarle a decidir si ese llanto tiene alguna significación o no.
Inmediatamente después del nacimiento es el momento donde comienza a formarse el vínculo madre-hijo, y para que este se desarrolle en forma adecuada es necesario que el niño permanezca en contacto con sus padres permanentemente. En esto consiste la internación conjunta. Esta es la forma de desarrollar un vínculo sano, sólido y creciente. También facilita el desarrollo de una adecuada lactancia, así como prepara a la madre para la atención de su hijo en lo días posteriores. Es nuestra intención que durante su internación adquiera experiencia práctica en la atención de su hijo, además de conocimiento y una buena relación madre-hijo. Para eso en la bolsa individual de cada cunita, la nurse le dejará gasas estériles en paquetes, también bicarbonato diluido en agua, óleo calcáreo, alcohol, algodón . Su bebé será revisado todos los días por el pediatra y la nurse de cada turno hablará con usted sobre "cómo atender a su hijo". Es conveniente que las dudas que vaya originando la nueva relación y cuidados las anote en un papel para que sean aclarados por la nurse en ocasión de su visita. Nuestro servicio trata de promover este vínculo tan especial aún en los niños que requieren cuidados especiales o se encuentran internados en terapia intensiva. No obstante si usted no se siente en condiciones fisicas o psíquicas para atenderlo puede pedir que el niño sea atendido en NEONATOLOGIA.
Antes de tocar a su bebé, siempre debe lavarse las manos.

El cordón umbilical no cumple ninguna función después del nacimiento y cae generalmente entre los siete y diez días de edad.

Cada vez que cambie a su bebé, moje el cordón con una gasa embebida en alcohol, especialmente la zona del cordón que se une a la piel. Deseche esta gasa. No es imprescindible cubrirlo con otra gasa seca.

Al desprenderse el cordón, pueden aparecer unas gotas de sangre en su base. Esto es normal, no se preocupe. Continúe humedeciendo la herida con alcohol durante tres días más. Si persistiera humeda después de este periodo, consulte con su médico.

También consulte si en cualquier momento hasta entonces percibiera mal olor, o secreción amarillo-verdoso, y fundamentalmente un enrojecimiento alrededor del ombligo.

Si bien no existe impedimento real para bañar al bebé desde el primer día, de hecho se lo baña al nacer, nosotros respetamos el temor popular por el cordón umbilical. Hasta que se produzca su caída, y durante dos o tres días más, acueste diariamente a su bebé sobre una toalla esponjosa y suave, desnúdelo, y lávelo suavemente, con un algodón mojado en agua tibia. Séquelo bien y vístalo.

No use talco ni féculas. Tampoco es aconsejable el uso de perfumes, ya que pueden producir reacciones en la piel del bebé.

Elijan un horario en el que pueda colaborar el papá, y en el que los tres puedan hacer de ese momento, algo agradable para el grupo familiar. Intente repetir siempre el mismo horario; la regularidad no obsesiva les da seguridad a los bebés.

Use siempre un jabon de glicerina neutro, sin perfumes, o jabón blanco. Los recién nacidos suelen tener una deposición durante ó después de cada mamada durante los primeros siete a diez días.

Se les debe cambiar los pañales después de cada comida. Para la higiene de la cola del bebé es conveniente el uso del linimento óleo calcáreo o aceite de cocina, o lavar la zona cubierta por el pañal con agua tibia, secar lo mejor posible y después aplicar el óleo calcareo ó una crema protectora.

Las uñas se mantendrán cortas, al ras del pulpejo. Se cortarán con una tijera delicada, previa higiene con alcohol, varios días después del nacimiento.

Las orejitas se limpiarán con algodón por fuera y no se necesita introducir hisopos dentro del conducto auditivo.
El recién nacido debe usar ropas suaves, no ajustadas al cuerpo, y que le permitan la mayor movilidad, incluyendo la de sus pies. La elección de la ropa corre por su cuenta, y su adecuación al clima, también. El único patrón de referencia válido es usted misma. Si usted tiene frío abrigue al bebé. Si tiene calor, desabríguelo, recuerde que el recién nacido, siente un poco más el calor y el frío, que el adulto. Nuevamente le recordamos que se puede perfumar la ropa del bebé, pero no su piel.
Con el afán de evitarle preocupaciones innecesarias, queremos contarle que los recién nacidos suelen presentar algunas manifestaciones que carecen de significado alguno y, por lo tanto, no requieren consulta ni tratamiento. Entre ellas, merecen señalarse las siguientes:
  • Estornudos: no implican resfríos ni falta de abrigo.
  • Hipo: no requiere tratamiento, pues al bebé no le molesta.
  • Descamación de la piel: a veces muy generalizada y visible, es normal.
  • Manos y pies fríos: no suele ser señal de falta dc abrigo.
  • Pechos hinchados: por pasaje normal de hormonas maternas a través de la placenta, tanto en varones como en niñas. Nunca lo apriete.
  • Pequeña menstruación y/o flujo: por el mismo mecanismo hormonal, las niñas suelen tener durante las primeras semanas, un flujo blanquecino, sin olor, y algunas de ellas pueden acompañar esto con unas gotas de sangre. Limítese a limpiar suavemente con un algodón embebido en agua tibia, de adelante hacia atrás.
  • Cólicos: durante el primer trimestre de la vida, casi todos los niños padecen de cólicos, en grado mayor o menor. Estos son tanto más importantes, cuanto más ansiedad despiertan. Procure calmarse, tome a su bebé en brazos y acaricielo hasta que se calme.
  • El bebé rechaza el pecho, no puede permanecer prendido en el pezón.
  • El bebé se duerme rápidamente cuando se lo pone al pecho y no se lo puede mantener despierto el tiempo que es necesario para que se pueda alimentar adecuadamente.
  • En las primeras dos a tres semanas de vida, el bebé duerme más de cuatro a cinco horas seguidas en la noche sin despertarse para comer.
  • El bebé tiene menos de 6 pañales húmedos por día o tiene pañales que están ligeramente húmedos.
  • El bebé elimina pocas deposiciones, o tiene heces mucosas de color verde oscuro.
  • El bebé está pálido, azul o amarillo con ictericia.
  • La temperatura rectal del bebé es mayor de 38,1ºC o menor de 36,3 ºC
  • El bebé está irritable y no puede ser satisfecho con la mamada.
  • El bebé parece débil y apático.
  • Usted está tomando cualquier medicación prescripta o de venta libre, mientras está amamantando.
  • Tiene cualquier inquietud o preocupación sobre la la lactancia.

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